Roldán Lauzán y Andy Llanes no solo tienen en común el lugar de nacimientos y el signo zodiacal. Cuentan ellos que de niños dibujaban juntos aviones y otros motivos infantiles. Pasó el tiempo y la vida les hizo coincidir nuevamente en la misma Academia, luego las mismas metas, la misma forma de ver y entender el arte y el gusto por las mismas técnicas. No ha sido casual que decidieran mostrarnos en lo que se han convertido aquellos trazos pueriles. Esta vez en un escenario muy diferente, se vuelven a unir para mostrarnos las experiencias artísticas adquiridas en el largo camino recorrido desde la infancia, para cerrar una etapa que abre la puerta a otra, ya más sólida y centrada.